Cuando un objeto con finas terminaciones y en óptimas condiciones permanece intacto en el tiempo -por ejemplo, durante un siglo- se puede considerar un elemento digno de coleccionar, y que generalmente puede ser adquirido en una venta de antigüedades.
Un claro ejemplo son los muebles exclusivos que se consideran descontinuados o muy añosos (pero siempre bien mantenidos).
Estos objetos son unos de los más costosos en las tiendas de antigüedades, por lo que es muy relevante saber reconocer su calidad.
Es el caso, también, de piezas elaboradas a mano que no tienen otra copia en el mundo, y que pertenecen a épocas remotas.
Estos tipos de artículos pueden encontrarse en ventas de platería especializada en artículos clásicos, y también en una venta de arte clásico.
Así, comprar antigüedades se vuelve un pasatiempo para ciertos grupos de personas, quienes incluso pueden llegar a recorrer el mundo entero en busca de muebles accesorios, decoraciones, estatuas de mármol y detalles de antaño que otorgan un aire diferente y llenan de personalidad y vida al hogar.
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